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Retención de Líquidos o Edema Periférico

Que es

El edema periférico es una acumulación anormal de líquido en las extremidades (brazos y piernas), sobre todo en las zonas más distales, es decir, más lejanas del centro del cuerpo como son los tobillos, pies y manos.

Retención líquidos

Causas

El edema surge cuando se produce un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso de agua desde los vasos sanguíneos a los tejidos que los rodean. Si el paso de agua desde el vaso sanguíneo al espacio rodeante es abundante o queda retenido por alguna razón en este espacio, se produce esa acumulación. 

La razón por la que se produce esa alteración en el equilibrio del paso de líquido vaso sanguíneo-tejidos y viceversa, puede ser muy diversa. Entre las principales causas que lo producen se encuentran:

  • Problemas circulatorios como la insuficiencia venosa en la que las válvulas de las venas están afectadas y no empujan el líquido hacia arriba contra la gravedad (dificultan el retorno venoso).
  • Problemas cardiacos como la insuficiencia cardíaca, en la que el corazón no bombea de forma eficiente hacia las extremidades.
  • Enfermedades renales: los riñones no filtran adecuadamente los desechos y el exceso de líquido.
  • Enfermedades hepáticas: el hígado metaboliza (crea y destruye) importantes sustancias que regulan estas fuerzas de paso de líquido vaso sanguíneo-tejidos y viceversa. 
  • Problemas linfáticos: el sistema linfático se encarga también de drenar el exceso de líquido cuando se acumula.
  • Factores hormonales: cambios hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia pueden afectar a este equilibrio de líquidos en el cuerpo.
  • Medicamentos: algunos fármacos como los esteroides, las píldoras anticonceptivas o medicamentos para la regular la presión arterial pueden alterar este equilibrio de líquidos.
  •  Lesiones: un daño en los vasos sanguíneos debido a una contusión puede hacer que se altere su funcionamiento.
  • Inmovilidad prolongada: estar sentado o de pie durante mucho tiempo puede afectar el retorno venoso.
  • Dieta alta en sodio: el exceso de sal hace que el cuerpo retenga líquido para intentar diluirla. 
  • Sobrepeso: el exceso de peso puede ejercer presión sobre las venas y dificultar su funcionamiento.
  • Aparición de elementos que obstruyan los vasos sanguíneos como puede ser un coágulo de sangre (trombosis venosa profunda) o un tumor.
Edema

Signos y síntomas

El cuadro sintomatológico que presenta la persona cuando padece edema es el siguiente:

  • Hinchazón en toda o parte de la extremidad. Esto puede hacer que las costuras de la ropa y el borde de los calcetines queden marcados en la piel durante mucho tiempo después de quitarlos.
  • Piel estirada o especialmente brillante en la región afectada.
  • Sensación de pesadez que puede sentirse como falta de fuerza o que la extremidad afectada pesa mucho y no podemos moverla con soltura.
  • Signo de Fóvea: este signo ocurre cuando presionamos la zona edematizada con un dedo y se queda la marca hundida del dedo en la piel durante unos segundos, volviéndose a rellenar el hueco poco a poco.
Edema periférico

Tratamiento

El tratamiento del edema debe ser multidisciplinar, ya que sus orígenes también pueden ser diversos.

Hacer ejercicio físico: sobre todo actividades que impliquen la movilización activa de las piernas y los brazos como andar, bicicleta elíptica, natación, remo, etc. Esto hará que la propia contracción de los músculos actúe de ‘bomba’ de drenaje para favorecer el retorno de líquidos hacia arriba.

✔ Aumenta la ingesta de alimentos diuréticos (es decir, que favorecen la producción de orina):

  Frutas: piña, sandía, uvas negras, papaya, manzanas y cítricos (naranja, mandarinas, pomelo, limón, fresas, kiwi, etc)

Verduras y hortalizas: alcachofas, apio, perejil, tomate, pepino, espárragos, verduras de hoja verde oscura (berros, acelgas, espinacas, col rizada o kale, rúcula, canónigos, brócoli, etc.)

Infusiones como la de cola de caballo o diente de león.

¡¡Agua!!: la ingesta de líquido como tal debe ser de al menos de 1,5L. Otro 0,5L será aportado por alimentos ricos en agua como los mencionados anteriormente.

      Evita un consumo excesivo de sal: evita añadir sal a tus preparaciones ya que ante un exceso de sodio, el organismo tenderá a retener agua para intentar ‘diluirlo’. De igual forma evita alimentos ricos en sal como son los alimentos pre cocinados o procesados (es decir, evita las comidas que están listas calentándolas en el microondas o el horno o las que llevan a una larga lista de ingredientes), así como embutidos y quesos curados, salazones y encurtidos, etc.

Descansar o dormir con las piernas ligeramente elevadas: pon un cojín o almohadas bajo las rodillas y los pies si duermes bocarriba o entre las piernas si duermes de lado. Esto hará que la propia gravedad actúe a favor del retorno de líquidos.

Perder peso en el caso de tener sobrepeso u obesidad.

Utiliza ropa amplia: de esta forma no entorpecemos el correcto flujo de líquidos en el cuerpo. El uso de medias compresivas estaría indicado en ciertas personas y en determinadas circunstancias y su prescripción debería llevarse a cabo por un médico.

Evitar estar demasiado tiempo en la misma posición y olvídate de sentarte con las piernas cruzadas.

Evita fuentes de calor directo sobre las piernas y brazos, como puede ser el agua caliente, el sol o la estufa. Sin embargo, realizarse baños de contraste (es decir, alternar la exposición a agua caliente y agua fría), favorece la dinámica de dilatación y contracción vascular, lo que puede ser de ayuda para una correcta circulación.

Acude a un fisioterapeuta en caso de edema rebelde: ciertas estrategias de terapia manual como el drenaje linfático o con aparatología como la presoterapia, pueden ayudarte a deshacerte de un edema ya instalado.

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