Muchas personas creen que solo deben visitar al fisioterapeuta cuando tienen una lesión, pero la realidad es que hay muchas situaciones cotidianas en las que acudir a un profesional puede marcar una gran diferencia en tu salud y bienestar. Aquí te dejamos algunas de las más comunes:
✅ Dolor persistente o recurrente
Si tienes dolores musculares o articulares que duran más de unos días, o que aparecen con frecuencia, es momento de consultar. El fisioterapeuta puede ayudarte a identificar la causa y evitar que se convierta en un problema crónico.
✅ Lesiones deportivas
Tanto si haces ejercicio de forma ocasional como si entrenas con regularidad, una mala pisada, un mal gesto o sobrecarga puede provocarte una lesión. El tratamiento fisioterapéutico acelera la recuperación y previene recaídas.
✅ Molestias posturales
Pasar muchas horas sentado o de pie, especialmente frente al ordenador, puede generar tensiones musculares, dolores de espalda o cuello. El fisioterapeuta te ayudará a mejorar tu postura y aliviar molestias.
✅ Recuperación tras una cirugía
Después de una operación (rodilla, hombro, columna, etc.), la fisioterapia es clave para recuperar movilidad, fuerza y funcionalidad de manera segura y óptima.
✅ Embarazo y postparto
Durante el embarazo y tras el parto, el cuerpo cambia y necesita cuidados específicos. La fisioterapia ayuda a aliviar dolores derivados de esta situación y conservar el estado del suelo pélvico y la zona abdominal.
✅ Prevención y mantenimiento
No hace falta estar lesionado para ir al fisio. Muchas personas acuden regularmente para mantener su cuerpo en equilibrio, prevenir lesiones y mejorar su rendimiento físico o el desempeño en las actividades de la vida diaria.