La fisioterapia ha evolucionado enormemente en las últimas décadas. Más allá de la terapia manual y el ejercicio terapéutico, hoy encontramos técnicas avanzadas que utilizan tecnología de última generación para tratar dolencias de forma precisa y efectiva. Una de estas ramas emergentes es la fisioterapia invasiva, una especialidad que emplea agujas y estímulos eléctricos para intervenir directamente sobre el tejido lesionado o los sistemas nerviosos del cuerpo.
A continuación, te explicamos en qué consiste y cuáles son sus principales tratamientos: Considerados dentro de fisioterapia invasiva encontramos la neuromodulación y electrólisis percutánea y como tratamiento no invasivo la estimulación transcraneal.
La neuromodulación percutánea es una técnica innovadora que busca modular la actividad del sistema nervioso mediante la aplicación de corrientes eléctricas a través de agujas colocadas en puntos estratégicos, cerca de nervios o raíces nerviosas.
Su objetivo es restablecer la comunicación neuromuscular, reducir el dolor y mejorar el control motor. Se utiliza con éxito en lesiones como ciáticas, atrapamientos nerviosos, lumbalgias crónicas o incluso secuelas de accidentes cerebrovasculares.
Es un tratamiento poco doloroso, seguro y bien tolerado, que busca estimular al sistema nervioso para que se regenere y funcione de manera más eficiente.
La electrólisis percutánea consiste en la aplicación de una corriente galvánica a través de una aguja insertada directamente en el tejido dañado, generalmente en tendones. Esta corriente provoca una reacción química controlada que estimula un proceso proinflamatorio para regenerar tejido afectado en caso de lesiones crónicas (más de 3 meses de evolución) o un proceso antiinflamatorio en lesiones agudas (menos de 3 meses de evolución). Se suele realizar este tratamiento en:
Este procedimiento se realiza bajo control ecográfico, lo que permite tratar con gran precisión solo el tejido afectado, acelerando notablemente la recuperación.
Aunque suene a ciencia ficción, la estimulación transcraneal por corriente continua (tDCS) es una técnica no invasiva que utiliza una corriente eléctrica de baja frecuencia para modificar la información que recibe el cerebro, actuando sobre sus diferentes áreas. Se realiza colocando electrodos sobre el cuero cabelludo, en zonas específicas según el objetivo terapéutico.
Se usa principalmente para:
Esta técnica forma parte de una nueva generación de intervenciones fisioterapéuticas que buscan estimular el sistema nervioso central para mejorar la función física y emocional.
La fisioterapia invasiva se basa en el uso de técnicas que penetran la piel mediante agujas finas (similares a las de acupuntura), guiadas muchas veces por ecografía, para tratar tejidos profundos como músculos, tendones, ligamentos o nervios. La principal ventaja de estas técnicas es su precisión y la posibilidad de actuar directamente en el foco del problema.
Es especialmente eficaz en patologías musculoesqueléticas crónicas, dolor neuropático y alteraciones del sistema nervioso periférico y central.
Sí. Siempre que sea realizada por un profesional fisioterapeuta con formación específica en técnicas invasivas y que cuente con los medios adecuados (ecografía, equipo de electrólisis o neuromodulación), estas técnicas son seguras, eficaces y con efectos secundarios mínimos.
No obstante, como todo tratamiento, debe haber una valoración individual previa para establecer si la persona es candidata adecuada.
La fisioterapia invasiva representa un salto cualitativo en el tratamiento de lesiones y trastornos musculoesqueléticos. Al actuar directamente sobre el sistema nervioso y los tejidos dañados, permite acortar los tiempos de recuperación, reducir el dolor y mejorar la funcionalidad de manera más rápida y efectiva.
Si padeces una lesión crónica o un dolor que no mejora con otros tratamientos , consulta con un fisioterapeuta especializado: la tecnología y la ciencia están de tu lado.